Pegajoso, molesto y hasta para provocar 'quebraderos de cabeza'. Así es el viento de Levante en Almería y así fue el equipo que lleva su mismo nombre. No duró, como dicen las costumbres del lugar, días impares, pero en un día pudo 'volver locos' a los más de 21.000 espectadores que ayer se dieron cita para vivir 'la fiesta de la permanencia', que se las prometieron felices con el inicio del partido y que acabaron 'pidiendo' la hora por los 'rigores del viento'.
Se adelantaron los de Emery fieles a sus principios, esos que hablan de no esperar ni un segundo para buscar la portería contraria. Eso de que el que da primero da dos veces se cumplió al 'dedillo'. Soriano aprovechó una dubitativa salida de Kujovic para, con el pecho, matar el balón y colocarlo en las redes. Poco después de la media hora, Felipe Melo, de un gran testarazo, colocaba el segundo en la meta levantinista. Pero el Levante fue mejor por momentos, mereció marcar antes, pudo hacerlo, pero una mano de Juanito no señalada por Muñiz evitó que los de De Biasi se metieran en el partido e Iborra, cuando todo parecía estar sentenciado, puso 'la zozobra' con su gol, una sensación que aumentó con una falta en el último minuto que puso sudor frío antes de su lanzamiento. Luego, todos tranquilos porque Alves hizo lo de siempre, ponerle 'stop' al peligro.
Goles ante ocasiones
Lo visto ayer justifica el lugar que ocupa el Levante en la clasificación. En las dos partes tuvo ocasiones para incluso haber ido ganado el partido, pero el Almería se encontró con la buena fortuna que no ha tenido en los partidos anteriores.
Los rojiblancos al campo salieron como siempre, dispuestos a marcar el terreno desde el pitido inicial y lo cierto es que la cosa le salió bien a Emery, porque el primer acercamiento acabó en córner, con el peligro que este tipo de acciones conlleva cuando el ejecutor es el cuadro almeriense.
El córner lo lanzó Mané y el balón se prolongó hasta el segundo palo, en donde apareció Albert Crusat para devolverla al primero. Kujovic no llegó al balón que sí lo paró con el pecho Soriano para llevarla al fondo de las mallas levantinistas.
Se aventuraba un partido cómodo, pero no fue así. El Levante se hizo dueño del balón, el Almería, puede que sin quererlo, se echó un paso atrás y las llegadas del cuadro granota comenzaron a sucederse, casi siempre con Pedro León como el 'catalizador'. El ex del Murcia, en el minuto 6, hizo que Diego Alves se luciera en el lanzamiento de una falta que el brasileño desvió a córner cuando se 'envenenaba'.
La batalla en el centro del campo era visitante. Las pérdidas provocaron que Riga, con velocidad, creara peligro. En el 10, resbaló de Pulido y le dejó franco frente a Alves, pero disparó muy cruzado.
De empatar
Por momentos, hubo equilibrio. Ninguno pudo provocar lo contrario. Lo que llegara tenía que ser a balón parado. En dos minutos, el cuadro granota volvió a acercarse al gol, en ambos casos con remates de Juanma, el segundo resuelto providencialmente por Diego Alves.
Entonces cambió la balanza. El juego pasó a ser dominado por los rojiblancos, aunque faltos de llegada. Eso sí, marcaron las diferencias con su rival precisamente en la eficacia. El segundo disparo a puerta, de Soriano, se fue fuera por poco. El tercero no. La estrategia en un córner, un remate sin obstáculos de Felipe Melo de cabeza que casi significaba la sentencia, en el minuto 35, aunque quedaban muchos minutos por delante.
Al partido le quedaba mucho. Antes del descanso, ya en el descuento, otro aviso de Pedro León tenía como significado el del interés granota por no darse por vencido. Sin embargo, Alves sí quería provocar el efecto contrario y evitó la acción.
Lo hizo en la primera y también la segunda, que comenzó tal y como acabó la primera, con el Levante pisando área y la defensa almeriense sacando 'agua' -con un Carlos García que cumplía cien partidos y que lo celebró firmando un gran encuentro-.
Más ocasiones
La segunda mitad fue un correcalles en el que los granotas estuvieron más cerca del gol que los almerienses, llegaron más y de forma continuada. Durante media hora, el partido fue visitante. En el 52, un Disparo de Juanma lo despejaba Alves y en el 53 fue Juanito el que 'hizo' de Alves y cortó con la mano, cuando caía, un disparo de Geijo.
Durante veinte minutos, el balón no fue de nadie. El Almería lo perdía y el Levante lo acercaba al área almeriense para seguir probando una fortuna que le fue esquiva en su vertiente positiva.
Emery hizo el cambio a la inversa. Jose Ortiz, desacertado, dio las 'riendas' de la banda derecha a un Juanma Ortiz que en ataque se trabó en un par de ocasiones, sobre todo en una escapada en la que, con Kalu Uche en la banda izquierda y sin marca, se 'cegó' en buscar la salida por su cuenta y se encerró entre tres rivales. Antes, probó fortuna en el 73, con un disparo desde fuera del área, tras un córner que lanzó Mané y Robusté desvió a la frontal del área.
Fueron los mejores momentos de juego de un Almería que desbordaba por banda y buscaba el tercer tanto. El que más cerca lo tuvo fue Albert Crusat, con un disparo de calidad, ejecutado con el empeine de su pie izquierdo para buscar un balón colocado que se marchó fuera lamiendo el palo izquierdo de la meta de Kujovic. En el 91, Uche no acertó cuando estaba solo ante el meta rival.
Los perdones
Y ya se sabe lo de esa costumbre que con el tiempo se ha hecho ley en el fútbol, la de los perdones. El Almería perdonó y, en el 92, Iborra buscó la verticalidad de la portería para batir a Diego Alves por el único hueco que quedaba.
Aparecían otra vez los fantasmas de la Copa. ¿Y si marcan en el último minuto? Una falta en la esquina del área en el 93 provocó un sudor frío que lo evitó el de siempre, Diego Alves con su parada. Lo único frío en una tarde en la que el 'viento' de Levante estuvo a punto de evitar que el Almería sumara los 42 puntos, que dicen es la puerta de la permanencia en Primera.
Publicado por Freddy en 0:02
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