Osasuna tomó aire en Getafe, plaza de la que casi siempre había salido escaldado y en la que nunca había mojado. Fue un triunfo rojillo justo y ganado a pulso sin alardes pero con una lógica aplastante, sobre todo cuando a Contra se le cruzaron los cables en un salto con Monreal. Un vuelo sin motor por el aire del rumano, sin mala fe pero sin medir e impetuoso cuando apenas minutos antes ya había visto la amarilla por otra entrada a su colega lateral. Roja, expulsión en el minuto 28, todo un mundo por delante y el Getafe de los tres torneos y con la cabeza quieras que no en Múnich o en la final de Copa con el Valencia a remar contra corriente. Se olvidó el equipo de Laudrup de jugar al fútbol, que es lo suyo, y se dedicó al cuerpo a cuerpo, que no le va por mucho que haya demostrado también que cuando hay que ser canchero se pone pinturas de guerra. Pero ayer no era el día para distracciones, por mucho que también encontrara alguna excusilla en Pérez Lasa, que llegó a expulsar del banquillo local al ayudante sanitario y al encargado del material, al parecer por cagarse verbalmente en quien no debía... Mala tarde azulona, sí.
Fuegos de artificio. Se posicionó Osasuna con criterio para aprovechar su superioridad y el testarazo de Miguel Flaño le puso todo en franquicia. Había vuelto Laudrup a colocar a De la Red como central de emergencia y recuperó para lo que se le viene encima a futbolistas del peso de Granero y Manu del Moral, lo que visto ahora así con frialdad es lo más positivo que se le puede sacar al negro partido de ayer. Granero lo intentó escorado a la izquierda, partiendo desde esa posición natural en la que se encuentra más cómodo, y buscó regates por dentro para que le doblase el lateral Licht y hasta por fuera, que aunque es diestro trabaja en los entrenamientos la salida hacia el fondo y el centro con la zurda. Pero entre que le faltaba frescura y ritmo de competición y que tampoco encontró ayuda, todo se quedó en fuegos de artificio, incluidas dos faltas muy de su estilo.
Osasuna salió a por el partido, sin distracciones, que sólo tiene en la cabeza apagar el fuego o salir del incendio y resguardarse de la zona de riesgo. Fue un equipo lógico once contra once y mucho más racional cuando se vio en superioridad, numérica y en el marcador. Suficiente, porque siempre flotó en el ambiente que este Getafe lo iba a pelear, sí, pero sin los argumentos futbolísticos que le han llevado al estrellato, a Múnich o a la final copera del Calderón
Publicado por Freddy en 23:59
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
0 comentarios:
Publicar un comentario